Nuestros niños y niñas de 4 años conocieron las partes gruesas del cuerpo humano de manera divertida y vivencial. 

A través del uso de diversos materiales concretos y la imitación de posturas completaron las siluetas del cuerpo humano, armaron rompecabezas y entonaron creativos cantos promoviendo así, un aprendizaje activo y efectivo, además del trabajo en equipo.

¡Muy bien hecho, pequeños ignacianos!